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San Petersburgo-Peterhof

Agosto 2016.

   ¿ Quién me lo iba a decir? Todo empezó gracias a un mal entendido con las vacaciones de mi marido. Al final coincidimos otra semana más de vacaciones y organizamos el viaje en la última semana de Julio, bueno los vuelos. Rusia fue un país candidato para nuestro viaje de novios, pero por la climatología de las fechas en las que era, (nosotros nos casamos un 25 de Octubre), lo aplazamos y elegimos otro país más exótico y lejano.

Lo primero que hice una tarde, fue ir a una agencia de viajes para ver por cuanto rondaban los precios. Un viaje estándar de una semana, costaba 1.100 euros.  En un principio no me pareció mucho, contando con el poco tiempo de antelación con que lo iba a comprar los vuelos, y además tenía la percepción de que era un país caro, pero después fue todo lo contrario, os lo aseguro.

Me puse a cotizarlo por mi cuenta, con los mismos hoteles y horarios de vuelos, y con todo lo que incluía el paquete, suponía un ahorro de unos 300 euros por persona. Además como los precios de los hoteles los vimos bastante asequibles, nos dimos un capricho y nos alojamos en el Hilton de Moscú, está ubicado en un edificio emblemático, se parecía a uno más de los 7 edificios hermanos de la época comunista. Os hago un resumen de los gastos fijos para que os hagáis una idea.

Encontramos vuelos directos con Iberia, ida a San Petersburgo (19.25 h) y vuelta desde Moscú (06.25 h). Con un descuento de 60 euros por Avios, pagamos por los dos vuelos 615 euros. 

                                     Vuelos               615€
                                     Visados              116€
Seguro de saludo y cancelación Mapfre  37€
Hotel Ibis Center en San Petersburgo  269,2€ ( 4 noches)
Hotel Hilton en Moscú                         525€    (4 noches)
Tren express                                        159,73€ 
Traslados de aeropuertos                       70€
Visitas Panorámicas                               40€(lo pongo, pero no lo compramos)
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Total:                                                    915 euros/persona. Ahorro 185 euros por persona.

He hecho el cálculo a igualdad de servicios, y sí no hubiésemos cogido el Hilton, nos hubiésemos ahorrado otros 230 euros. El ahorro total  aquí hubiese sido  600€, que con ello, tienes para comer allí, incluir visitas y comprar regalos y souvenir para una semana. Incluso el paquete vacacional incluía 7 noches y nosotros estuvimos una más. 

El tema de los visados es lo más complicado, pero haciéndolo con tiempo no tendrás problema. La recomendación que te dan desde la embajada, es que saques primero los visados, y después los vuelos, pero lo normal que un ciudadano español sin antecedentes se lo den sin problema. También tengo que recordar, que incluso antes de pedir el visado, hay que tener los hoteles reservados, que no pagados, y solicitarles una carta de invitación llamada la Visa Support, a cada hotel y por persona, donde te incluirá el número de visa y que tendrás que presentarlo a la hora de pedir el visado. Por lo que he leído, hay algunos hoteles que te cobran por ello, pero no es lo habitual, yo en los que he estado no he tenido problema. El hotel, te mandará una hoja para rellenar, donde tendrás que incluir datos de tu pasaporte, y de las fechas de tu reserva, y ya con ello, te enviarán la visa support. 

Una vez que tengáis la visa, el siguiente paso será rellenar un formulario desde la página de visados rusos, donde tendrás que completar con datos personales, datos que aparecen en la visa, otros relativos a vuestra estancia, y por último, entregarlos junto con un certificado del seguro médico que cubra los posibles gastos durante vuestra estancia. Nosotros entregamos la documentación en una oficina acreditada de la embajada rusa en Madrid, en la calle Príncipe de Vergara. En la propia oficina, puedes hacerte el seguro médico, con diferentes compañías. Nosotros pagamos por los visados 58€ por persona, y en diez días lo pasamos a recoger. Hay agencias que te hacen estos trámites, pero claro, te cobran sobre unos 100 euros o más. Claro, si contratas un viaje organizado, también te olvidas de todos estos trámites, pero ya os digo, que con tiempo, podéis hacerlos sin ningún problema. Sí tenéis alguna duda, me podéis escribir.

                                                        http://centraldevisadosrusos.com/

Día 1. 27 de Agosto.

Nuestro vuelo salía sobre las 19.30 horas desde la terminal satélite de Barajas. Facturamos maletas, y como siempre se nos olvidó echar algo en el equipaje, el paraguas, pero yo creo que fue por pereza, había estado haciendo un seguimiento del tiempo los días antes y no daban apenas lluvias, mis ganas! Al final nos llovió día y medio, la verdad que no me puede quejar del clima, íbamos en manga de camisa, y alguna chaqueta ya por la tarde, incluso algún día en manga corta.

El vuelo duró 4 horas y 15 minutos. Estuve bastante entretenida, se sentó a mi lado una chica joven rusa, que venía de pasar unos días por España y de una boda una amiga que se había casado con un español. Comenzó ella hablar conmigo porque nos vio a mí marido y a mí, dudando de como se decían algunas palabras en ruso y ya después se ofreció ella a sí queríamos preguntarle más cosas o sí teníamos dudas, antes de que se durmiera en el vuelo. Hablaba muy bien Inglés, y al final, ella misma se lió y nos contó un montón de cosas de su país y también charlamos sobre lo que le parecían algunas costumbres españolas. Incluso me ofreció regalarme entradas para el Kremlin. Nosotros también le preguntamos por sitios para ir a comer, que vodka ruso comprar, de como movernos por la ciudad... fueron 4 horas bastante intensas de Inglés, yo terminé con la cabeza como sí hubiera hecho un examen, se me hizo el vuelo muy ameno. Mi sorpresa fue, que después de habernos intercambiado incluso los correos, salio del avión y no me dijo ni adiós, ahí ya me dí cuenta de la frialdad que tienen los rusos, que sensación más rara y desagradable, pero bueno. Salimos del avión, pasamos el control de pasaportes ( la policía híper sería), y en la puerta con un cartel, estaba esperándonos nuestro chofer. Pregunte por correo al hotel donde nos alojábamos sí tenían servicio de transporte, me ofrecieron un taxi por 2200 rublos (30 euros al cambio), y apareció un Audi A6 negro con los asientos de cuero, un cochazo. Lo contraté con el hotel porque llegábamos muy tarde, y me daba un poco de miedo también el tema del idioma, pero aquello estaba lleno de taxis, y según me dijo la chica con la que hablé en el avión, por unos 15 euros nos hubieran llevado al hotel. Pero vamos, lo pagué encantada. Llegamos sobre la 1 de la madrugada al hotel, era de la cadena Ibis, más o menos céntrico en una gran avenida. 

Día 2. 28 de Agosto.

   En el hotel, llevábamos incluido el desayuno, había variedad, entre ello unos crepes rellenos de una salsa agría muy típica de allí, que pensábamos en un principio que no nos iba a gustar, y para nuestra sorpresa, todo lo contrario. Otros días había tortitas, pero rellenas de pasas, depende del gusto de cada uno, y como no, el típico desayuno británico.
Ese día hizo un tiempo estupendo, muy soleado con algo de airé, que nos permitió ir en manga de camisa y de vez en cuando una chaqueta. Nos organizamos previamente las visitas de interés, ya que los domingos y lunes suelen cerrar algunos museos y palacios, hicimos la combinación perfecta para no perdernos los lugares imprescindibles de visita.

Este día fuimos al Palacio de Peterhof por la mañana. Cogimos el metro en la estación más cercana al Hotel, y nos fuimos hacía la parada Avtovo. Esta fue nuestra primera incursión en el metro. Que impresión, las estaciones son espectaculares, de mármol, con escayolas, lamparas imponentes e imágenes de la época comunista. Muy bonitas y cómodas, además de sencillas, ya que los nombres de las paradas están en alfabeto latino, para ver la dirección tienes que ver el nombre de la última parada de cada andén y coger el tren en un sentido u otro. Una aclaración, sí llegáis a la parada de metro y solo veis gente salir por una puerta, esa es la de salida, tenéis que buscar otra que solo sea de entrada, si no, os pueden llamar la atención, además no tienen porque estar conectadas, era curioso. El metro en San Petersburgo cuesta 35 rublos ( 48 ctos), hay máquinas, pero a mí me gustaba siempre comprarlo en la cabina, decía two tickets además con los dedos y sin problema, te daban una tarjeta. Allí apenas nadie habla inglés, algún joven, pero pocos, ya me lo advirtió mi amiga del avión. Las estaciones son muy profundas, y con solo una escalera mecánica, allí no cabía el error de que se estropeasen, el metro estaba en perfectas condiciones.


Una vez que llegamos a la salida de metro de Avtovo, cruzamos una avenida por un paso subterráneo, y una vez allí, había cantidad de minibuses que te llebavan a Peterhof, nos veían cara de turistas y nos indicaban a donde ir. Allí la mayoría de minibuses son furgonetas con asientos en la parte de atrás y bastante viejas, pero el precio era muy barato, creo recordar que eran 130 rublos por persona. Tardamos unos 40 minutos en llegar al palacio, te deja en la misma puerta, en los jardines exteriores.  

Este palacio es de visita obligada sí vas a estar al menos dos días en San Petersburgo, es uno de los más importantes y espectaculares, muestra el gran lujo en el que vivían los zares. Se encuentra en el golfo de Finlandia y es Patrimonio de la Unesco. Las primeras construcciones comenzaron con Pedro el Grande, luego continúo la reina Catalina II, seguida de Nicolás I. El gran Palacio tardó en construirse unos 50 años. Está coronado por la figura del águila bicéfala, emblema de la Rusia zarista, y con las cúpulas de bulbo tan características de este país. 

Esta es la entrada sí vienes por carretera, ya que también puedes acceder en barco. Los jardines son inmensos, tanto el exterior como el interior, con grandiosas y ostentosas fuentes. Además del palacio central, hay numerosos palacetes u otras estancias a lo largo de los interminables jardines. 


Entrar a los jardines interiores nos costó 600 rublos y al palacio otros 700 rublos. Dentro del palacio no puedes echar fotos, así que os dejo con la curiosidad para que paséis a verlo, ya que nos encontramos tan lejos, merece la pena.


En nuestro viaje nos encontramos con más de una sesión de fotográfica.


Esta es la fuente de la gran cascada, que reparte el agua entre otras 64 fuentes y está compuesta por más de 200 estatuas de bronce. Bellísima, lástima que seamos tantos turistas.





Una vez que vimos el palacio, continuamos andando por los jardines inferiores, donde se encuentran resto de fuentes y otras residencias.

Pongo un link para que podáis ver un video del complejo.

https://vimeo.com/114240107

Este es el palacio Marly, de las construcciones más antiguas.


Esta fuente se llama la cascada de la montaña de oro, donde el agua cae sobre escalones de mármol y cobre. 



Para volver a San Petersburgo, cogimos el ferry (11 euros por persona), ya que estábamos un poco cansados y además con hambre, y volver a la parada del autobús suponía un largo paseo. Me llamó la atención el color del mar, era marrón, me imagino que sería por la contaminación. No me hacía mucha gracia coger el barco, ya que el mar estaba un poco revuelto, pero lo bueno era que te dejaba en el centro de San Petersburgo, justo a las espaldas del Hermitage. 

Estuvimos andando un rato hasta que nos decidimos por entrar a comer en una cadena de comida rápida rusa, Tepemok. Los platos se basaban en crepes (de carne, queso, jamón de york, salmón), sopas y ensaladas, no hay mucha variedad, pero por probar algo diferente al Mcdonalds. Os pongo una foto para que veáis que buena pinta. Por unos 12 euros pedimos dos crepes, una sopa y dos cervezas. 

 
Después de comer, continuamos con la ruta por la  Avenidad Nevsky, una de las arterias principales de la ciudad, llena de restaurantes, centros comerciales y algún que otro punto de interés. 

Este edificio es la Catedral de Kazán, muy diferente a los templos que podemos encontrar aquí en España. Es un lugar de peregrinación para muchos rusos, donde se guarda un icono que apareció milagrosamente de la virgen en Kazán. Recuerda un poco la forma de San Pedro del Vaticano.


Interior de la Iglesia

 
Esta es una de las estampas clásicas de San Petersburgo. La iglesia del Salvador de la sangre derramada. Un nombre para mi gusto poco acorde con el colorido y la belleza de su fachada, parece más bien un palacio de cuento. Se llama así en honor al zar Alejandro II, que fue asesinado en un atentado en el año 1881. Las cúpulas se llaman bulbos, y si la ves por dentro, verás la imagen de Dios mirando hacía abajo. Es un edificio que nada tiene que con la arquitectura barroca y neoclásica de la ciudad, es puro estilo ruso, una maravilla. La entrada cuesta 250 rublos.



El interior de las iglesias ortodoxas rusas se caracteriza por sus interiores llenos de coloridos mosaicos, y de un altar en donde se encuentran bellísimas puertas de metal cubiertas de piedras preciosas. 



Justo al lado de la Iglesia hay un gran parque donde tomé esta preciosa foto. 


San Petersburgo se la conoce como la Venecia del Norte, también por sus canales. Tenía que escribirlo porque me causó mucha gracia, ¿de cuántas otras ciudades del norte de Europa no habéis oído lo mismo? Cada lugar tiene lo suyo.
 

Paseando nos encontramos con este conejo gigante, dabas un donativo, y te echabas unas fotos, no me pude resistir.



El día tocaba a su fin, ya cerca del hotel, encontramos un buffet ruso en el que pedimos por los ojos, ya que no conseguimos enterarnos de nada, todo por señas.


Por menos de 10 euros, tomamos 2 cervezas y lo que veis en los platos. Estaba rico.


Continuará...


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