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Dos días en Cesky Krumlov

Quinto día. 29/08/2015.

   Que ilusión, desayuno en la habitación. Me río porque luego no fue para tanto. Café de sobrecito, quesito, mantequilla pero pan sin tostar. Como me gusta quejarme! Yo creo que era la primera vez que desayunaba en la habitación. El dueño del hostal, un Checo que no hablaba ni papa de inglés, pero que tenía un aspecto afable, después de traernos el desayuno, nos dijo que debíamos dejar la habitación a las 10 de la mañana, así que pronto recogimos y nos fuimos dirección al castillo para recorrer el interior. Una recomendación a los internautas: sí no entendéis muy bien el inglés o dudáis en pagar por ver el castillo, cogeros la visita en Checo que vale la mitad de precio. No hace falta que seáis de allí, ni presentar ningún carné, pero os podéis ahorrar un dinerillo si os vais a enterar de lo mismo. Yo la cogí en Inglés, para que me sirviera de algo tanto años estudiando el idioma. El chico hablaba bastante bien, pero muy bajito, depende del guía que os toque. Esta es la entrada al museo del castillo de Praga:


Y estas son las magnificas vistas del resto del castillo desde la torre. Ese día llegamos a los 36 grados!

Mirar las piraguas:


Foto desde la torre, y Pablo reflejado en mis gafas. Ahí me acompaño a subir, pero bajo pronto porque la torre se empezaba a llenar de gente. Yo disfruté un poco más de las vistas:




El museo, que está en la parte más antigua del castillo, data del siglo XIII, y se pueden ver objetos de la aristocracia que habito el palacio. Hay una sala de los duques de Krumlov, que recuerda el periodo en el que los Habsburgo, los gobernantes de Bohemia, regían Krumlov.
También en la visita al museo, puedes recorrer la casa de la moneda, una armería y otras zonas de interés histórico. 

En este patio interior, punto de encuentro, es donde empiezan las visitas guiadas a las estancias de las familias nobles que vivieron allí. Tu puedes atravesar el castillo sin tener que entrar a las estancias y no pagar por ello. Es un paseo agradable. También hay una taberna en uno de los patios del castillo donde se está bastante fresquito y tienen cerveza barata y rica.


Esta foto me encanta, a través de un pequeño arco, podemos ver parte del pueblo, parece que está dibujado, como sí fuera un cuadro:





Después de visitar el castillo, seguimos paseando. Este es uno de los puentes del río. Bonita estampa. Mirar a la gente practicando piragüismo. Daban ganas de tirarse al río pero para bañarse.


Ya quedaban pocos coches en la plaza de la exhibición del día anterior. Que postal. Me acordaba de Almagro de donde yo soy, por las calles empedradas.


Este día comimos también prontito, y fuimos al mismo restaurante donde habíamos estado la noche anterior, teníamos que probar algo de carne a la brasa y la verdad que no defraudó.
Nos encanto esta primera visita fuera de Praga, merecido reconocimiento a este bello pueblo del sur de Bohemia, parada obligada sí vais a estar más de 3 días en República Checa.