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Praga

Segundo día. 26/08/2015.

     Nos levantamos sobre las 9 y una vez que estábamos listos nos bajamos a desayunar a la cafetería del hotel. Había variedad, pero cosas demasiado light para lo que se apetece cuando estas de vacaciones. Mucho bollito pero poco relleno, quesos, desayunos británicos y poco más.

Bueno, pues hoy nos disponíamos a visitar el castillo de Praga junto con el barrio judío y lo que fuésemos viendo por el camino.
Cogimos el tranvía número 22 desde nuestra estación de metro más cercana( I.P. Pavlova) hacía la plaza Malostranské Námestí. Una vez que llegamos, andamos un poco hasta llegar a la calle Thunovska y empezamos a subir hacía el castillo por una calle que continuaba a la anterior llena de escaleras llamada Zámecké  Schody, cómodas pero se nos hicieron un poco largas.
Llegamos a la calle Tomáš Garrigue Masaryk, uno de los sitios desde donde puedes entrar al castillo de Praga:

Desde allí accedimos al recinto del castillo  que está formado por un conjunto de bonitos palacios y edificios conectados por pequeñas y pintorescas callejuelas. Con la Prague Card, tienes acceso a:
1. La catedral de San Vito, que alberga la tumba de Wenceslao IV (El rey bueno), las Joyas de la Corona, y es el lugar de coronación de los reyes de Bohemia:





2. El antiguo palacio real, el cual empezaron a construirlo en el siglo IX como un primitivo palacio de madera:


Desde un balcón del palacio real podemos divisar una panorámica da la ciudad:


3. Basílica y convento de San Jorge:


4. El callejón del oro ocupado por casitas de colores que en otros tiempos cobijaron a los orfebres, en la actualidad la zona cuenta con interesantes tiendas de artesanos.


También hay varias torres, entre ellas la  Torre Daliborka , famosa cárcel de la ciudad que en sus comienzos albergaba a los miembros de la nobleza, pero que más tarde pasó a convertirse en una prisión más común.

Después de visitar todo el complejo, que nos llevó unas 3 horas nos fuimos por la salida opuesta a por donde entramos, por Staré Zámecké Schody. Desde aquí continuamos bajando y cruzamos el río por el puente Mánesúv Most en dirección al barrio judío. Eran cerca de las dos de la tarde, y me acordé de un restaurante que me recomendó una amiga. El problema fue, que no lo llevaba apuntado, pero sí que recordaba el muñeco que venía dibujado en la foto que me mandó, finalmente andurreando por la zona, de golpe y porrazo lo encontré. Os dejo en enlace y desde luego que es una apuesta segura:


Dentro del restaurante podréis encontrar una estatua de lo que parece un monstruo, pero resulta que es un ser artificial modelado con forma humanoide a partir de materia inerte que cobra vida por una palabra secreta del ámbito de la Cábala. Se llama Golem, allí o en internet podréis enteraros de lo que cuenta la leyenda. 
Comimos fenomenal, a lo mejor un pelin más caro de lo normal, pero no nos privamos de nada. Con la barriga llena nos dispusimos a visitar el barrio judío. Hicimos un recorrido por la zona, lo llevábamos todo incluido con la Prague Card.

Entramos primero a la sinagoga Maisel remodelada por el estilo neogótico con una gran colección de objetos judíos: libros, objetos decorativos, telas, plata, etcétera.
Después nos dirigimos hacía la sinagoga Pinkas, fue fundada en 1479 y está situada en la entrada del cementerio judío, es una de las más famosas de Praga. En sus paredes están inscritos los nombres de los 77.297 judíos checoslovacos asesinados por los nazis.
En la sinagoga Pinkas también encontraréis una amplia colección de dibujos hechos por niños que estuvieron en el campo de concentración de Tezerin.










La edificio que veis detrás de mi, es la Sinagoga Klausen, construida en 1694, alberga en su interior una gran colección de textos hebréos y, al igual que la sinagoga Pinkas, dibujos de Tezerín hechos por los niños que allí estuvieron. La sinagoga Klausen se encuentra en la salida del Cementerio Judío.



Desde allí y siguiendo el plano que nos entregaron cuando compramos las entradas para el cementerio judío, llegamos a la sinagoga española, su nombre se debe a su decoración morisca, de gran similitud a La Alhambra de Granada. En su interior podemos ver una exposición sobre la vida de los judíos en las últimas décadas.

Justo al lado de la sinagoga se sitúa el monumento de Franz Kafka:

Después de este día tan duro continuamos andando por la zona, buscando algún sitio para ir a tomar un café o una cerveza y a la vez entrando en todas las tiendas típicas de allí. Dejo algunas fotillos:






Todavía me quedaron ganas de subir a la torre de la pólvora, y como mi chico sufre un poquito de vértigo me tocó subir sola, os pongo alguna foto de la espectacular panorámica:




Cuando me baje de la torre encontramos una terracita en la calle Na Príkope en el número 16, donde poder tomar una cerveza híper barata. Hay que adrentrarse en un pequeño patio, y allí podrás reponer fuerzas, que todavía queda tiempo para irse a la cama.

Ya seguimos echando la tarde noche de cervezas... Pondré algún link más.