28/29-08-17
#Verona
Después de la tormenta llegó la calma... Llegamos a Verona sobre las 7 de la tarde, después de un trayecto un poco accidentado por los Alpes, desde Múnich, haciendo una parada en Innsbruck y descendiendo por los Dolomitas, unas formaciones calcáreas bastante puntiagudas que a lo mejor habréis visto en alguna etapa del Giro de Italia, muy espectaculares e impresionantes. Entre un accidente que por suerte esquivamos, y la gran granizada que nos cayó a unos 70 km de Verona, sufrimos por nuestra suerte y por el coche, ya que la tormenta duro más de unos segundos.
Bendito gps del coche que nos llevó hasta la puerta del apartamento donde nos alojábamos, era para 4 personas con cocina comedor, y dos habitaciones, os dejo el nombre, Centre 2 bedroom flat. Lo único el dueño que os recibirá, pesado no, lo siguiente, se nos puso hablarnos en Italiano sobre las diferentes culturas y épocas de la ciudad, y no se daba cuenta de lo que queríamos era descansar un rato, ir a dejar el coche en un local de un amigo que nos recomendó y conocer la ciudad. Pero por calidad-precio , es una buena opción. Además está cerca del centro y en una zona tranquila.
Toda Italia es muy bella, es el país con más lugares declarados patrimonio de la humanidad, seguidos de China y España. Se encuentra a tan solo 90 km de Venecia y a 160 de Milán. Alrededor también se encuentran grandes parques naturales, lagos y otras ciudades de interés cultural.
Elegimos visitar esta ciudad porque se encontraba en nuestro itinerario de vuelta desde Alemania hacia España. Era una ciudad medianamente pequeña y fácil de recorrer, con una historia muy romántica detrás que todos conoceréis.
El apartamento se encontraba al otro lado del río, está fotografía está hecha desde el Puente Nuovo al atardecer. Nos dimos un paseo para entrar en contacto con la ciudad para visitar más en detalle al día siguiente.
Atravesamos la calle Niza y torcimos por la vía Capello, hasta llegar hasta la plaza Erbe, la más antigua de la ciudad. Pasamos por la casa de Julietta pero ya se encontraba cerrada. En la época romana, era la plaza donde se desarrollaba la vida política y económica de la ciudad, lo que más llama la atención es la gran torre de Lamberti, de estilo medieval.
En ella es habitual encontrar un mercadillo donde venden cristal de murano y bolsos de piel originarios de la ciudad.
En la ciudad hay gran cantidad de vestigios de la época romana, esta es la Puerta Borsari, una de las que daba acceso a la ciudad, construida en piedra blanca, y con dos arcos en la parte inferior y varias arcadas en la parte superior, se encuentra en muy buen estado de conservación.
En la ciudad hay muchos guiños y esculturas en honor al amor, y esta es ideal para tomarse una fotografía y de fondo el majestuoso coliseo.
A la mañana siguiente, desayunamos en un bar que encontramos en la calle Interrato dell'Acqua Morta 46, muy cerca del apartamento, donde nos sirvieron un capuchino delicioso y tostadas con pan de semilla y mantequilla, tan solo por dos 2 euros.
Esta es una estampa preciosa, con el puente di Pietra como uno de los iconos de la ciudad, arriba en el monte se encuentra el santuario de la virgen de Lourdes.
Visitamos el teatro romano, que fue excavado en el siglo XIX, ya que se encontraba debajo de numerosas casas construidas sobre el. Ha sido restaurado para espectáculos. Allí también se encuentra el museo arqueológico del teatro romano, que custodia mucho objetos hallados en las excavaciones de la ciudad de Verona.
El museo arqueológico se haya entre las ruinas romanas y un antiguo convento del siglo XV.
La ciudad de Verona, fue de las ciudades de Italia que más sufrió durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, al finalizar, se realizaron importantes esfuerzos para recuperar la belleza de la ciudad. Aún así, han sabido conservar el encanto y la historia de la ciudad, los edificios aunque se ven deteriorados, poseen la gran belleza de cada una de sus épocas. Durante nuestro recorrido, vimos construcciones del periodo románico, medieval y renacentista.
Esta es la catedral, o como se dice en Italiano el Duomo, que está construida sobre las ruinas de dos iglesias paleocristianas que se derrumbaron después de sufrir un terremoto. Es de estilo románico y fue consagrada en el siglo XII.
Como no entrar al anfiteatro romano, más conocido como la Arena de Verona, el tercero más grande de Italia. En el se celebra durante la época de verano, numerosos conciertos y óperas, gracias a la gran acústica que posee. Es de admirar que después de tantos años, terremotos e intenpestades, se pueda disfrutar de un espacio con tanta historia y belleza que fue construido en el siglo I d.C. Soy una absoluta fan de este tipo de construcciones, todo un reto para la época de la que estamos hablando. No pudimos disfrutarlo del todo ya que hacia unos días había terminado un festival de verano y estaba el escenario y todas las sillas todavía allí desplegadas.
Que bonita es la ciudad. A continuación se puede ver el llamado Castelvecchio, es una construcción militar de la dinastía Della Scala, que gobernaba durante la Edad Media. Se encuentra donde antes estaba una fortaleza romana en la periferia de la ciudad. Está construido como puedes observar de ladrillos de color rojo, un ejemplo de la arquitectura gótica del país. Junto a el, se encuentra el puente fortificado, que data del siglo XIV.
Un lugar que queríamos visitar y que nos costó encontrar por la poca señalización fue la tumba donde supuestamente estuvo enterrada Julieta. Se encuentra en el Convento de los antiguos frailes Capuchinos, del siglo XIII. No merece mucho la pena, pero como compramos la Verona Card nos incluía la visita. Lo único que vas a poder ver es un sarcófago abierto de mármol rojizo dentro de una celda oscura y rodeada de más tumbas. La siguiente escultura, se encuentra en los jardines aledaños, y representa a los amantes mariposa, una leyenda china similar a la de Romeo y Julieta.
Aquí nos encontramos en la casa de Julieta, una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad y donde según la historia de Shakespeare, se desarrolla la historia de amor más romántica y triste del mundo.
No se sabe con certeza que todo lo que se cuenta sobre esta casa sea verdad. La casa es un palacio del siglo XII y perteneció a una familia veronesa de apellido Dal Capello, indicios que hacen sospechar que coincidan con la fecha y nombre de la familia que allí habitó. Es conocido que el balcón fue construido en el siglo XX, para acrecentar aún más la leyenda. Pero bueno a veces es bonito vivir en la ignorancia y pensar que verdaderamente esta historia sí fue real.
Se forman verdaderas colas para entrar y subir al balcón, y por supuesto hay que pagar. La gente sube, se asoma y se da un beso, y a lo mejor te dan una ovación.
Terminamos la visita de la ciudad en el mismo lugar de la noche anterior, la Piazza Erbe. Este lugar se encuentra rodeado de precisos palacios de estilo barroco, de estatuas de dioses griegos y fachadas de viviendas que aún conservan frescos.
En la misma plaza, se encuentra la sede de la Banca popular de Verona, en el majestuoso edificio Domuso Mercatorum, construido en el siglo XIV como sede de artes y oficios, que durante años ha sufrido muchas transformaciones volviendo a su apariencia original de fortaleza medieval con almenas de finales del siglo XIX.
En la ciudad podéis disfrutar del shopping shopping, cuenta con numerosas tiendas de todo tipo y ya conocéis la afamada moda Italiana.
La ciudad tiene numerosos lugares y recovecos para continuar paseando y descubriendo la belleza de la arquitectura románica y renacentista, pero todo llega a su fin. Ya van tres la veces que he visitado este país, y seguro que quedan muchas más...
“Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía."
José Vasconcelos