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¿Qué hacer un fin de semana en Nuremberg?

31/03/2017-02/04/2017

Primera toma de contacto con Alemania.

   Nunca había estado en una ciudad ni en ningún lugar de Alemania. Antes de organizar el viaje, estaba buscando algún destino low cost de fin de semana, que tuviera buena comunicación en avión desde Madrid y que fuese en un país diferente no muy lejano, y en el que no hubiese estado.

   Nuremberg hasta ahora no tenía vuelo directo desde Madrid, lleva pocos meses y ha sido Ryanair quien lo ha incluido entre sus numerosos trayectos. Nuremberg es una ciudad medieval que fue reconstruida en su totalidad después de la segunda guerra mundial, y era el lugar de concentración de las masas del partido Nazi. Esta ciudad también se hizo mundialmente famosa por acontecerse en ella, el proceso judicial contra los líderes del partido Nazi.

Como no podía ser de otra manera, al ser una ciudad alemana, en ella puedes disfrutar de unas ricas cervezas y de sus famosas salchichas, las más típicas de aquí, son unas pequeñas que te venden en un bollo de pan y te ponen tres. No es una ciudad demasiado grande, tiene unos 500.000 habitantes.

   El aeropuerto de Nuremberg está muy próximo a la ciudad, muy bien comunicado con el centro de la ciudad. Cuesta unos tres euros el trayecto simple, aunque siempre puedes coger algún bono, pero no creo que merezca la pena, ya que la mayoría de las cosas que hay que visitar está en el centro.

   Nosotros llegamos un viernes 31 de Marzo a las 11 de la noche, el vuelo nos costo sin facturar 60 euros por persona i/v. Cogimos el metro y nos bajamos después de 7 paradas. Una vez que salimos a la superficie, nos costó interpretar el plano que conseguí en Internet, ya que todos los monumentos vienen de frente, y no es así, la perspectiva te confunde.

Lo primero que hicimos fue buscar algún lugar para cenar, pero por sorpresa, eran ya cerca de las 12 de la noche y estaban recogiendo en todos los locales. Menos mal que nos encontramos con un Mac Donalds llegando al hotel. Nos alojamos en el hotel Agneshof por 77 euros la noche, puedes encontrar algo más barato, pero el lugar era idóneo, muy tranquilo, estaba en el centro y todo parecía limpio. La temperatura cuando llegamos, y eso que ya era tarde, era de unos 20 grados, era un preludio del calor que íbamos a pasar durante el fin de semana.

   Una vez que dejamos las cosas en el hotel, quisimos dar una pequeña vuelta para una primera toma de contacto, y terminamos en un pub, que como no, estaba lleno de españoles. El lugar era especial, estaba en unas cuevas subterráneas y un ambiente de gente joven, buena cerveza y música pop internacional.
El centro de la ciudad se encuentra sobre una red de túneles subterráneos, que sirvieron de diferentes funciones, entre ellas de refugios durante la guerra, y también de calabozos.

 Nos gusto la cerveza que allí probamos, aunque un poco caliente para el gusto de los españoles. El sitio lo recomiendo: www.schmelztiegel.com. Después entramos en algún local más pero el que nos gusto fue el primero.

 

   A la mañana siguiente lo primero que hicimos fue buscar un lugar para desayunar. Creo que era una franquicia Der  Be:k o algo así, detrás de la iglesia de San Nuestra Señora de Nuremberg. Desayunamos por unos 8 euros lo que en la foto veis.



   ¿Quien nos lo iba a decir? Miramos el tiempo antes de ir, pero no nos creíamos que los 23 grados que pronosticaron y que se convirtieron en cerca de 30, fuesen igual que los de Madrid. Pasamos calor, pero sobre todo por la ropa que llevábamos, nada de manga corta y botas para andar, después de desayunar nos acercamos al hotel a dejar los abrigos. Tampoco nos llovió.

   Comenzamos nuestra visita turística en dirección a la casa de Alberto Durero, y en el recorrido tomamos algunas fotos de las casas medievales que nos pillaban de paso.


   Estas fotos son ya del interior de la casa de Alberto Durero, uno de los pintores Alemanes más reconocidos a nivel mundial, el más famoso de la época renacentista. En el interior se encuentran las réplicas de sus cuadros más conocidos, ya que la mayoría de ellos se encuentran en grandes museos repartidos por todo el mundo, entre ellos en el Museo del Prado de Madrid.




   Esta foto la tomé desde la casa del Alberto Durero, en ella se puede observar esta especie de plaza donde concurren varias calles con casas de estilo medieval, la muralla y al fondo el castillo de la ciudad.


   Esta es la fachada de la casa de Alberto Durero, debemos imaginar que es lo más parecida a la originaría, que dataría del año 1500. 


   Esta escultura representa a una de las liebres dibujadas por Durero. 


   Nuestra siguiente visita fue al Castillo medieval, de la familia de los Ausburgo, fue totalmente reconstruido después de la segunda guerra mundial. No es demasiado grande, hay una pequeña exposición en su interior de armas, una iglesia y puedes subir a la torre más alta para tener una panorámica total de la ciudad.



   Este cuadro representa los puntos donde herir de muerte a una persona.



   En esta foto me encuentro en el patio interior del castillo, se puede acceder sin necesidad de pagar. A continuación muestro más fotos del interior y alrededores del castillo, todo de estilo medieval y muy bien reconstruido.





   Nuremberg es una ciudad muy próspera, hay mucha industria y grandes marcas de coches fabrican allí, es una ciudad muy rica.


   Estas son las escaleras que dan acceso a la torre del castillo.


   Panorámica de la ciudad desde la torre del Castillo.






   Este edificio se encuentra junto al castillo, y llama su atención el tejado lleno de ventanas, creo que era una residencia de estudiantes. Allí se dice que cuantas más ventanas tiene una vivienda, es más costosa, ya que es más cara calentarla en invierno.


   Esta es la iglesia de San Sebaldo el patrón de la ciudad, la más antigua de la ciudad y donde supuestamente yacen los resto del patrón. También fue reconstruida después de la guerra, algunas vidrieras son diseño de Durero.



   La siguiente es la Iglesia de Nuestra señora de Nuremberg, de estilo gótico que se construyo sobre una antigua sinagoga después de un linchamiento o persecución contra los judíos, a los que después incluso se les quito sus bienes.

Se encuentra en la plaza que alberga el mercadillo navideño más antiguo de Alemania. El resto del año también se encuentra un mercadillo donde venden comida, cosas artesanales, y recuerdos de la ciudad, no muy baratos. En la fachada de la Iglesia se encuentra un reloj mecánico que se construyó para conmemorar las reglas que elegían el proceso de elección de los reyes. Se puede ver sentado al emperador con el príncipe elector a su lado.





   Dejamos un poco de guiarnos por el mapa y empezamos a caminar por las calles cercanas al río. Es una ciudad muy cómoda para montar en bicicletas, ya que es muy llana.


   Esta es una postal fabulosa del canal del río Pegnitz, os mostraré muchas más.






   Que lugar más idílico para disfrutar de una rica y fresquita cerveza, el precio de medio litro ronda los 3, 4 euros, según el sitio, y con el tiempo espectacular que nos hizo no pudo ser mejor. No comimos ese día en ningún restaurante, según nos apetecía, entrabamos en una cervecería o comíamos alguna salchicha en algún puesto ambulante.






   Esta es la iglesia de San Lorenzo, y se encuentra al inicio de la calle Karolinenstrabe, una calle comercial muy concurrida, además ese día parecía que todo el mundo salió a la calle, era 1 de Abril y yo creo que se alcanzó los 30 grados, cosa a lo que allí no estaban muy acostumbrados, ya que Nuremberg es conocida por sus gélidos inviernos. 




   Continuamos andando por la calle Konigstrabe en dirección a un pequeño barrio artesanal del centro, que yo creo que sigue vigente gracias al turismo y donde los precios son prohibitivos. Quise comprar un huevo decorado para poner en un árbol de Navidad y me pedían 10 euros, así que me quedé con las ganas.




   Desde la zona amurallada vimos la facha de la Opera de Nuremberg, pero ya no accedimos.


   Esta es la calle de los pilares de los derechos humanos, que fueron puestos allí en el año 1993, y en cada uno de ellos están escritos los textos en diferentes idiomas. Al lado está el museo germánico, donde se encuentran piezas como la primera bola del mundo que data del año 1491.




   Esta es una foto de una parte de la fuente que representa el carrusel del matrimonio, y esta como no, su última imagen. 



   Seguimos recorriendo la zona del río dirección este. La ciudad esta muy bien conservada, o mejor dicho reconstruida, todo el casco histórico guarda mucha armonía y parece que esta todo cuidado al mínimo detalle. No me imagino lo que costará vivir en un lugar tan bonito.




   En este Bar llamado Celona, que tiene juego de palabras, hicimos un alto en el camino para refrescarnos. Los precios de la ciudad no son muy desorbitados, comerte unas salchichas, ensaladas o algún aperitivo puede ser parecido a lo que encuentras en Madrid. 




   Esta es una de las típicas estampas de Nuremberg, el edificio que está sobre el río, hoy día es una residencia de ancianos. Esta en el puente de la calle Konigstrabe.

  
   Este puente colgante está justo en la zona oeste del río, antes de la salir del casco histórico.



   Esta es la calle Weibgerberg, muy bonita por sus coloreadas viviendas típicas medievales. 




  Hacía las 7 de la tarde nos sentamos a cenar en la terraza de un restaurante, el día fue estupendo, pasamos bastante calor, ya que llevábamos ropa de más encima. Como veréis las opciones gastronómicas no son muy variadas, mucha carne y diferentes tipo de col, pero como era cuestión de un fin de semana, repetimos salchichas.



   A la mañana siguiente, nos levantamos temprano para ir a visitar los juzgados donde se celebraron los juicios de Nuremberg. La Parada de metro donde hay que bajarse es Barenschanze, está a 4 paradas de metro desde Lorenzkirche, al lado de la Iglesia de San Lorenzo. Una vez que dejas el metro, está indicado por señales, no tiene pérdida. Aprovechamos para desayunar en una cafetería antes de entrar. 


   Esta es la sala donde se celebraron los juicios contra los dirigentes Nazis, a día de hoy sigue funcionando y aquí se juzgan los casos por delitos de sangre.  

En la sala, se pueden ver los banquillos donde se sentaron 24 líderes Nazis, de los cuales 12 fueron sentenciados a pena de muerte y ejecutaron a 11 y el resto fueron condenados a cadena perpetúa. Con los restos de los que fueron ejecutados, los quemaron y no quisieron decir donde fueron enterradas las cenizas, para que ningún partidario nazi pudiera ir a venerarlos. 

El único líder que fue sentenciado a muerte, pero que se suicidó el la propia celda, fue Goering, condenado principalmente por ser promotor de crímenes contra la humanidad y por ser una figura muy importante del nazismo.
En la sala y en el museo que hay en el interior, se puede ver vídeos sobre lo acontecido allí.

   Estos juicios se celebraron aquí en vez de en Berlín, ya que fueron de los pocos juzgados que quedaron en pie después de la guerra. Este edificio está conectado con la cárcel. 



   Seguimos paseando y conociendo la historia de Alemania. Después de los juzgados nos dirigimos al lugar donde se concentraba el partido Nazi para celebrar sus mítines y desfiles. Para ir hasta allí, cogimos el metro hasta la estación central (Hauptbahnhof), y después salimos al exterior y cogimos un tranvía de la línea 6 hasta la parada de Doku-Zentrum.

   La idea que tenía Hitler en la cabeza para este lugar, era construir una especie de centro de congresos. Ahora alberga una exposición que resume la historia desde el comienzo del partido Nazi hasta su radicalización, y los últimos días del final de la guerra, es muy interesante.


   Justo al lado del palacio de congresos, hay una mega explanada, donde Hitler daba sus mítines En  está fotografía, se puede ver muy bien la dimensión que tenía el recinto. 


   Este es el patio interior del palacio de congresos. La idea que tenía Hitler era construir una especie de coliseo romano, pero menos mal que se quedo a medio hacer, ya que afortunadamente terminó la guerra.




   Después de haber estado la mañana recorriendo lugares de gran importancia histórica, tocaba terminar de disfrutar de la ciudad. Seguimos paseando,  disfrutando de la cerveza y las salchichas. El viaje tocaba a su fin.



   Esta es una fuente-escultura de la nave de los locos y está basada en un grabado de Durero.


   Esta es una hamburguesa riquísima, si quieres variar algo por no tomar salchichas, estaba espectacular, la compramos en un puesto de la plaza del mercado.


   Este es el puesto, por si quieres probar la misma y cuesta tres euros.
  

   Fresquita cerveza que nos tomamos en el restaurante Block House, y la mas cara, a 4,9 euros el medio litro, pero el lugar muy encantador.


   A partir de aquí nos dirigimos al hotel a recoger nuestras mochilas y dirigirnos al aeropuerto, como todo lo bueno se acaba. 






   Se me olvido comentar al principio que compramos la Nuremberg card en la oficina de turismo que está en la plaza del mercado. Nos sirvió para coger el transporte, entrar al castillo, a la casa de Durero, a los juicios de Nuremberg y al Doku_Zentrum. Te sirve para dos días consecutivos, toda la información está en el siguiente link:

                                                 https://tourismus.nuernberg.de/es/

No le sacamos mucho partido, a lo mejor me ahorre unos 5 euros por persona, pero me gusta caminar y disfrutar también del exterior de la ciudad y no estar de museo en museo.

   Bueno espero que os haya gustado mi relato sobre mi viaje a Nuremberg, cualquier duda no dudéis en contactar conmigo. 

 "El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página"
San Agustín.