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Último día en Moscú

Día 8. 3 de Septiembre.

En nuestro último día en la capital rusa, intentamos hacer un itinerario bastante completo, para aprovechar al máximo nuestras últimas horas. Por la mañana cogimos el metro hacia la estación de Frunzenskaya para visitar el monasterio de Novodievíchi. La entrada cuesta 300 rublos por persona y sí además quieres tomar fotos, que considero algo obvio, son 100 rublos más. El monasterio está rodeado por una gran muralla, la construcción más importante es la Catedral de Smolensk, construida a principios del siglo XVI. En su interior se encuentran algunos de los mejores frescos de Moscú y una rica representación de iconos. En el complejo también se encuentran otras edificaciones, como la iglesia de la Asunción y la habitación de la mujer de Pedro el grande, que cuando se cansó de ella, la envió al monasterio.





   En el interior de esta Iglesia, se sigue celebrando ceremonias, justo cuando nosotros estuvimos había un bautizo.


   Esta foto la tome desde el parque que rodeaba el monasterio, a orillas del río Moscova, se divisa la zona financiera donde estuvimos dos días antes. El día estaba nublado, pero hacía una temperatura muy buena. 


   Desde el monasterio nos dirigimos hasta el parque Gorky, lugar donde los Moscovitas aprovechan para disfrutar del fin de semana en familia, había mucho ambiente, estaba lleno de modernos cafés y puestos ambulantes de comida de todo tipo, los jardines estaban muy cuidados, en el centro había un lago artificial donde podías alquilar un bote, también disponía de recintos deportivos, entre ellos pistas de boley playa. También se veían curiosos edificios, no sé que albergaban, pero su estilo era llamativo para tomar fotografías.



   En esta foto no se aprecia la inmensidad de este edificio, me imagino que será una especie de ministerio, podría ser el de defensa, no aparecía como lugar de interés turístico en el mapa, lo fotografiamos desde el parque Gorky.


   A lo largo del recorrido por el parque, pudimos ver muchos novios haciéndose su reportaje de boda, todos eran muy jóvenes, a diferencia de lo que ocurre hoy en día en España, allí la edad media de las mujeres para casarse es de 25, ellos pueden ser un poco más mayores o ser su segunda boda, no digo que ellas no vuelvan a casarse, pero se ven bastantes parejas con una diferencia de edad considerable.



   Esta zona recuerda mucho al retiro en Madrid, verdad?





   Nosotros salimos del parque por la puerta principal, y nos dirigimos hacía hacia el parque de las esculturas, que alberga en su interior un museo de arte contemporáneo con exposiciones temporales de artistas internacionales de todo tipo. 


   Como indica el nombre del parque, esta lleno de esculturas contemporáneas y antiguos personajes públicos. Fue creado en 1991, después de la caída del régimen soviético. En el se recogieron muchas esculturas que fueron retiradas del las ciudades más relacionadas con el régimen comunista, por eso pueden encontrarse muchos bustos de los personajes más representativos del comunismo, como son Lenin y Stalin entre otros.





   Después de la calurosa mañana y del largo paseo, buscamos un lugar para comer por la calle Bolshaya Polyanka, y allí en una cadena de restaurantes, fue donde probé la famosa ensaladilla rusa, muy parecida de sabor a la que hacemos aquí en España. Comimos justo enfrente de esta bonita iglesia, es una zona en la que abundan muchas, también es lugar de embajadas y aunque se puede considerar céntrica, es bastante tranquila.





   Serian las 5 de la tarde cuando tomamos estas fotos en lo alto del puente Bolshoy Moskvoretsky, que conecta desde el sur con la plaza roja. Desde el, se puede ver una panorámica bastante representativa de la ciudad, con la zona financiera más a lo lejos, el Kremlin, la Plaza Roja, algún rascacielos pertenecientes a los siete hermanos, el parque Gorky, etc...






   Estas serían las últimas horas de luz en Rusia. Como he comentado en otra ocasión, al menos ocurre en las dos urbes que he visitado, todo es inmenso, en el puente que me encontraba, había al menos 6 carriles, y eso que cruza el río Moscova.




   He de confirmar que las rusas son unas mujeres espectaculares, me imagino que como en todos sitios habrá de todo, pero por lo general son muy bellas, se nota que les gusta mucho cuidarse y ellas mismas participan y animan a que las miren, si no observar a esta chica haciéndose fotos en mitad de la calle. Iba acompañada yo diría por una amiga o por su personal shopper, a la que dejo todas las bolsas de marca que llevaba y le pidió que le tomase unas fotografías. 


   Y aquí me tenéis a mí de la misma guisa que la mujer anterior. Entramos de nuevo a los almacenes Gum, donde me tome un curioso helado por 40 rublos de chocolate, es como nuestros conos pero achatados. Estos helados los encontraras por todos lados.





   Pues aquí termina nuestro precioso viaje, en la estación de metro justo al lado de nuestro hotel. Espero que os guste mucho las fotografías e historia que me encanta compartir con vosotros, y que me sirve para tener un recuero imborrable.




   Irse de viaje no es algo que hacemos todos los días, por eso me siento afortunada de poder hacerlo.

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