Día 6. 1 de Septiembre.
Comenzamos el día con una buena caminata. Fuimos desde nuestro hotel, hasta el centro de la ciudad. Por el camino nos encontrábamos con estos edificios gigantes de la época estalinista.
La Catedral de San Basilio desde la parte trasera.
Continuará...
Día 7. 2 de Septiembre.
Este cañón puede ser uno de los más grandes del mundo, y se duda de sí en algún momento se utilizo.
Estas fotos las hice en el interior del reciento. Al fondo se ve la gigante campana del Zar, la más grande del mundo.
Comenzamos el día con una buena caminata. Fuimos desde nuestro hotel, hasta el centro de la ciudad. Por el camino nos encontrábamos con estos edificios gigantes de la época estalinista.
Esta es la imagen de un Macdonal, no puede faltar en ninguno de los viajes.
Me encantó la fachada de esta tienda de té al estilo oriental.
Este edifico pertenece a una biblioteca.
Este edifico perteneció a la antigua KGB, la policía secreta rusa.
Y llegamos por un lateral a la grandiosa Plaza Roja. Para acceder a ella, tuvimos que pasar por unos arcos de seguridad y también te registraban las mochilas. No sé sí suele ser lo habitual, o porque se estaban celebrando en esos días desfiles y conciertos militares.
En uno de los laterales de la Plaza Roja, se puede ver parte de la muralla del complejo del Kremlin, lo visitamos al día siguiente.
En otro lateral, vemos el centro comercial más lujoso de Moscú, el Gum. Es un edificio con una arquitectura medieval rusa, el techo es de cristal, tiene forma rectangular y es de dos alturas. Un centro con un gusto exquisito, al igual que las tiendas de lujo que alberga. Es obligatorio darse un paseo por el. Aquí podemos comprar caviar de gran calidad y a un precio asequible, al menos para probarlo.
Esta es la Catedral de San Basilio, seguramente el monumento más fotografiado de Rusia. La entrada cuesta 350 rublos por persona. Es el edificio más espectacular de la Plaza Roja, mandada construir por Iván el Terrible para conmemorar la toma de Kazan a los tártaros.
Esta es una panorámica tomada desde la parte de atrás de la catedral.
La Catedral de San Basilio desde la parte trasera.
Muestro algunas fotos del interior de la catedral, está llena de iconos por todos lados, de altares y retablos de madera, tiene dos altura aunque es bastante pequeña. Choca el contraste de la arquitectura del exterior con el interior.
En la misma plaza, están los centros comerciales GUM, construidos a finales del siglo XIX, y que después del fin del comunismo, han vuelto a convertirse en un símbolo del nuevo capitalismo, con cafeterías, restaurantes y tiendas de grandes firmas de moda. Por el centro se pasean unas guapísimas chicas rusas ofreciendo a los viandantes papelitos con mensajes de buena suerte.
Una cosa curiosa, que no se debe a otra cosa que a la alta seguridad que allí tienen puesta en marcha, era que no encontrabas papeleras, había una chica que se dedicaba a quitarle a los viandantes los papeles o basura de la que quisieran deshacerse. El aspecto del centro estaba muy cuidado.
Esta imagen la tomamos desde el centro comercial. Es la tumba de Lenin, que aquellos días se encontraba cerrada por motivo del festival que albergaba la Plaza Roja.
A parte de los desfiles militares de por la noche, en la plaza hacían actividades enfocadas para niños, conciertos, había tiendas de campaña con chavales no creo que mayores de 16 años, vestidos de militares que enseñaban a manejar y cargas fusibles, creo que pudiera ser algo parecido a los boy scouts o que hacían campaña para que se alistasen al ejército, aún así, en Rusia el servicio militar sigue siendo obligatorio.
Esta es la tumba del soldado desconocido, en honor a todos los caídos por la patria. Hacen el cambio de guardia cada hora.
Después de comer, anduvimos por la calle peatonal más famosa de Moscú, la calle Arbat. Llena de restaurantes y tiendas de souvenirs, se ha ido ganando el reconocimiento por su aire bohemio y desenfadado.
La calle Arbat, termina junto al ministerio de asuntos exteriores, uno de los 7 rascacielos gótico-estalinista conocidos como los Siete Hermanos.
El día dio para mucho, estábamos muy cansados, pero quisimos llegar hasta la zona financiera. Cruzamos por uno de los puentes del río Moscova. Hay excursiones en barco para ver una panorámica de toda la ciudad, tiene que ser bonito y agradable, el río bordea los sitios de mayor interés, pero lo nuestro es andar.
Esta es la zona financiera vista desde el río.
Este es el único Ferrari que pudimos fotografiar, pero nunca había visto tantos de ellos en una ciudad, alucinante!
Entramos en una estación de tren para ver el edificio, era muy grande y estaba muy cuidado, y otra vez para acceder al interior, pasamos por unos arcos de seguridad.
Hicimos un alto en el camino en un centro comercial, el más pequeño de los que vimos en las dos ciudades, eran más grande que el gran plaza de Madrid, eran impresionantes, lujosos y coloridos.
Después de tomar la merienda, finalmente conseguimos llegar exhaustos a la zona financiera, mis pies no podían más, pero mereció la pena. Iba anocheciendo, y las luces de los edificios se iban iluminando. No me importaría trabajar en uno de ellos, tienen que ofrecer unas vistas espectaculares de la ciudad, mi favorito es el de la derecha, se llama Evolution Tower.
Por ese día ya fue suficiente, no teníamos fuerzas ni para coger el metro de vuelta al hotel, pero sí unas poquitas para seguir fotografiando bajo tierra, era espectacular todas las esculturas, suelos, mosaicos, y lamparas que allí abajo se encontraban.
Las estaciones más espectaculares se encuentran en la línea de metro circular. La siguiente foto, creo que la tomamos en Komsomolskaya, junto a nuestro hotel.
Día 7. 2 de Septiembre.
Este día fuimos a visitar el enigmático y poderoso Kremlin. Compramos las entradas en internet en la siguiente página: http://tickets.kreml.ru/en/. Es muy sencillo, puedes seleccionar el idioma y comprar en inglés, así no esperas muchas colas en los meses más concurridos, pero en nuestro caso, apenas tuvimos que esperar. En esta foto, me encuentro en el puente que da acceso al complejo, una vez que ya has presentado el ticket. Puedes comprar dos tipos de entradas, una para ver el complejo y las catedrales, y otra que da acceso también a la armería. Una vez allí dentro, si no has comprado con antelación la visita a la armería no puedes volver a comprarla.
Al fondo se ve unas de las varias torres que bordea el recinto. Hay que andarse con cuidado para caminar por allí. Solo puedes cruzar de un lado a otro por los paso de cebra, ya que allí se encuentra varios edificios del gobierno donde existe actividad diaria y también está el palacio presidencial, donde Putin realiza las recepciones oficiales.
Al fondo se ve unas de las varias torres que bordea el recinto. Hay que andarse con cuidado para caminar por allí. Solo puedes cruzar de un lado a otro por los paso de cebra, ya que allí se encuentra varios edificios del gobierno donde existe actividad diaria y también está el palacio presidencial, donde Putin realiza las recepciones oficiales.
Esta foto esta tomada desde el puente, es la iglesia del Salvador, que se encuentra cerca del Kremlin.
Este cañón puede ser uno de los más grandes del mundo, y se duda de sí en algún momento se utilizo.
Esta es una de las catedrales que se encuentran en la plaza con el mismo nombre. Es la catedral de la Anunciación, una iglesia que estaba destinada a las ceremonias de carácter familiar. Esta catedral se ha ido creando a lo largo de los siglos, está decorada con frescos del siglo XVI, también hay escenas del Apocalipsis únicas en los iconos, y múltiples figuras que cubren todas las paredes, incluso las cúpulas.
Esta es la catedral del Arcángel Miguel, patrón del ejército ruso, es un templo sepulcro de los grandes príncipes moscovitas y de los primeros zares rusos.
Allí también se encontraban muchos militares de turismo. Con algunos incluso nos echamos unas fotos.
Estos son mis amigos los Mongoles, posando para esta divertida foto.
Estas fotos las hice en el interior del reciento. Al fondo se ve la gigante campana del Zar, la más grande del mundo.
Moscú esta lleno de Iglesias ortodoxas por todos lados, esta foto la tomé desde una de las murallas del Kremlin, al otro lado del río.
Después de visitar el Kremlin, recorrimos la calle Tverskáya Úlitsa de abajo a arriba. Es una calle llena de hoteles y oficinas, nos llamo la atención lo bien vestida que iba la gente y los cochazos que llevaban.
Este mercedes no lo había visto yo por Madrid, era la entrada de un hotel de lujo, había una hilera de coches impresionantes, a cual mejor y por consiguiente más caro, pero este es el que más me gusto.
Esta mesa con sillas de colores estaban en una plazoleta de la calle, no podía pasar por alto sin echarme una foto.
Este es el edificio que alberga el museo de la Revolución, no podría ser de otro color.
Mirar que bancos más originales para tomar un café, me gusto la idea.
La calle Tverskaya era larguísima, y en nuestro recorrido íbamos fotografiando todo lo que nos llamaba la atención, como este inmenso edificio, no tenía fin, no cogía en la imagen.
Ese día comimos en un restaurante de comida de Corea del Norte, nunca la habíamos probado, pero creo que la podemos englobar en comida asiática. Pablo pidió una especie de sopa con noodles y verduras, y yo unas saquitos rellenos de carne y pescado de todo tipo de colores, aunque la masas sabían todas igual. Este tipo de comida es muy socorrida y le gusta a casi todo el mundo, además de barata.
En el restaurante, que tenía wifi, me puse a buscar lugares donde ir a comprar artesanía rusa, las famosas matrioskas, y dí en el clavo, cogimos el metro en la estación Mayakovskaya en la línea 5, y nos dirigimos hasta Partizanskaya, línea 3.
Para llegar del metro hasta este mercado, hay que andar entre unos edificios altos de hoteles, no tiene pérdida, además siempre encontrarás turistas a los que puedes preguntar o seguir. Esta es la fachada del mercadillo, parece un parque temático pero sin atracciones, está lleno de restaurantes, tiendas y museos, incluso hay una pequeña capilla donde poder casarse, vimos varias bodas, era todo muy artificial, como las típicas bodas en las Vegas.
Muchas tiendas y puestos estaban sin montar, cuando más actividad hay es durante los fines de semana. Es el sitio más barato donde vais a poder comprar cualquier souvenir. Recomiendo dejar todas las compras para este momento, ya sé que es difícil, pero merece la pena, sobre todo para el bolsillo. Incluso venden pieles a muy buen precio, yo no las compré, porque pensé que me las podrían quitar en el aeropuerto, ahora me arrepiento de no haberme traído algún gorro de piel. Los tenderos te avasallan, quieren venderte a cualquier precio, algunos hablan lo justo de español para comerciar o sacarte un poco de conversación sobre fútbol. Había incluso Matrioskas de los presidentes de España o de equipos de fútbol del Real Madrid, Atlético y Barcelona entre otros. Después de las tiendas, ya nos retiramos a descansar, fue un día largo de caminatas.
Día 8. 3 de Septiembre.
En esta foto no se aprecia la inmensidad de este edificio, me imagino que será una especie de ministerio, podría ser el de defensa, no aparecía como lugar de interés turístico en el mapa, lo fotografiamos desde el parque Gorky.
Estas serían las últimas horas de luz en Rusia. Como he comentado en otra ocasión, al menos ocurre en las dos urbes que he visitado, todo es inmenso, en el puente que me encontraba, había al menos 6 carriles, y eso que cruza el río Moscova.
En nuestro último día en la capital rusa, intentamos hacer un itinerario bastante completo, para aprovechar al máximo nuestras últimas horas. Por la mañana cogimos el metro hacia la estación de Frunzenskaya para visitar el monasterio de Novodievíchi. La entrada cuesta 300 rublos por persona y sí además quieres tomar fotos, que considero algo obvio, son 100 rublos más. El monasterio está rodeado por una gran muralla, la construcción más importante es la Catedral de Smolensk, construida a principios del siglo XVI. En su interior se encuentran algunos de los mejores frescos de Moscú y una rica representación de iconos. En el complejo también se encuentran otras edificaciones, como la iglesia de la Asunción y la habitación de la mujer de Pedro el grande, que cuando se cansó de ella, la envió al monasterio.
En el interior de esta Iglesia, se sigue celebrando ceremonias, justo cuando nosotros estuvimos había un bautizo.
Esta foto la tome desde el parque que rodeaba el monasterio, a orillas del río Moscova, se divisa la zona financiera donde estuvimos dos días antes. El día estaba nublado, pero hacía una temperatura muy buena.
Desde el monasterio nos dirigimos hasta el parque Gorky, lugar donde los Moscovitas aprovechan para disfrutar del fin de semana en familia, había mucho ambiente, estaba lleno de modernos cafés y puestos ambulantes de comida de todo tipo, los jardines estaban muy cuidados, en el centro había un lago artificial donde podías alquilar un bote, también disponía de recintos deportivos, entre ellos pistas de boley playa. También se veían curiosos edificios, no sé que albergaban, pero su estilo era llamativo para tomar fotografías.
En esta foto no se aprecia la inmensidad de este edificio, me imagino que será una especie de ministerio, podría ser el de defensa, no aparecía como lugar de interés turístico en el mapa, lo fotografiamos desde el parque Gorky.
A lo largo del recorrido por el parque, pudimos ver muchos novios haciéndose su reportaje de boda, todos eran muy jóvenes, a diferencia de lo que ocurre hoy en día en España, allí la edad media de las mujeres para casarse es de 25, ellos pueden ser un poco más mayores o ser su segunda boda, no digo que ellas no vuelvan a casarse, pero se ven bastantes parejas con una diferencia de edad considerable.
Esta zona recuerda mucho al retiro en Madrid, verdad?
Nosotros salimos del parque por la puerta principal, y nos dirigimos hacía hacia el parque de las esculturas, que alberga en su interior un museo de arte contemporáneo con exposiciones temporales de artistas internacionales de todo tipo.
Como indica el nombre del parque, esta lleno de esculturas contemporáneas y antiguos personajes públicos. Fue creado en 1991, después de la caída del régimen soviético. En el se recogieron muchas esculturas que fueron retiradas del las ciudades más relacionadas con el régimen comunista, por eso pueden encontrarse muchos bustos de los personajes más representativos del comunismo, como son Lenin y Stalin entre otros.
Después de la calurosa mañana y del largo paseo, buscamos un lugar para comer por la calle Bolshaya Polyanka, y allí en una cadena de restaurantes, fue donde probé la famosa ensaladilla rusa, muy parecida de sabor a la que hacemos aquí en España. Comimos justo enfrente de esta bonita iglesia, es una zona en la que abundan muchas, también es lugar de embajadas y aunque se puede considerar céntrica, es bastante tranquila.
Serian las 5 de la tarde cuando tomamos estas fotos en lo alto del puente Bolshoy Moskvoretsky, que conecta desde el sur con la plaza roja. Desde el, se puede ver una panorámica bastante representativa de la ciudad, con la zona financiera más a lo lejos, el Kremlin, la Plaza Roja, algún rascacielos pertenecientes a los siete hermanos, el parque Gorky, etc...
He de confirmar que las rusas son unas mujeres espectaculares, me imagino que como en todos sitios habrá de todo, pero por lo general son muy bellas, se nota que les gusta mucho cuidarse y ellas mismas participan y animan a que las miren, si no observar a esta chica haciéndose fotos en mitad de la calle. Iba acompañada yo diría por una amiga o por su personal shopper, a la que dejo todas las bolsas de marca que llevaba y le pidió que le tomase unas fotografías.
Y aquí me tenéis a mí de la misma guisa que la mujer anterior. Entramos de nuevo a los almacenes Gum, donde me tome un curioso helado por 40 rublos de chocolate, es como nuestros conos pero achatados. Estos helados los encontraras por todos lados.
Pues aquí termina nuestro precioso viaje, en la estación de metro justo al lado de nuestro hotel. Espero que os guste mucho las fotografías e historia que me encanta compartir con vosotros, y que me sirve para tener un recuero imborrable.
Irse de viaje no es algo que hacemos todos los días, por eso me siento afortunada de poder hacerlo.
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