Un verano en Mallorca

Agosto 2016

Al final, llegó el verano.

Este año sí que he conseguido empezar las vacaciones de la manera que más me gusta, pisando mi ansiada y bendita playa, y por todo lo alto. Me ha sorprendido aún más de lo que me esperaba, el destino elegido, Mallorca. En general, todo el mundo que me había comentado algo de las Islas Baleares, había sido para bien, y tengo que corroborarlo. Estoy maravillada con sus hermosas, cristalinas, cálidas y azuladas aguas. Las típicas playas paradisíacas de las revistas, sí, allí se encuentran, con algo más de gente pero para nada masificadas, y eso que era el mes de Agosto.

Este año necesitaba relajación total, y decidimos coger un Hotel con todo incluido en Playa de Muro, recomendación de un amigo. Es un lugar de turismo mayormente familiar, con alguna que otra zona de pubs y restaurantes, se sitúa entre los pueblos de Alcudia y  Can Picafort. 

El hotel en el que nos hospedamos era el "Roc Continental", de tres estrellas. Lo mejor de todo era la ubicación, y lo peor, los horarios de comida. Esta totalmente adaptado a los horarios británicos. La comida terminaba a las 14.30h y la cena a las 21.00h, que esfuerzo y cuanto comer sin ganas. La comida era decente, sin mucha variedad pero siempre había algún plato que destacaba. Las cenas eran mejor que las comidas. Yo muchos días optaba por ensaladas ya que no tenía mucha hambre. Entre las comidas podías simplemente hacerte algún croissant de jamón york y queso, y poco más. La cerveza cruzcampo. La piscina estaba llena de guiris, nosotros eramos de los pocos españoles que estábamos allí, pero nosotros ni la pisamos, nos compramos una sombrilla y nuestras esterillas y todos los días nos íbamos derechitos a la playa.

Esta es playa de Muro, en línea recta desde el hotel, la teníamos solamente a 150 metros.

Como veis una maravilla. Una da las cosas que más caracteriza a las playas de Mallorca, es que en muchas de ellas, la vegetación llega hasta la misma orilla de la playa, lo veréis en más fotos también.

Estuvimos allí durante una semana, de sábado a sábado. Los primeros días aprovechamos más para descansar. El domingo probamos a salir por Alcudia. Preguntamos a un taxista que nos llevase donde hubiese pubs o discotecas, y a tan solo 3 km del hotel, probamos en el Banana Club. Es una discoteca en una segunda planta, con zona al aire libre y también reservados. La verdad que ese día había poca gente, era domingo. Dicen que los miércoles hay mucha más. Es el día que salen todos los animadores de los hoteles, y luego desde luego, viernes y sábados. Allí nos tomamos un par de copas, y nos fuimos para el hotel. De precio más o menos como en Madrid, a 8 euros la copa.

De martes a jueves, alquilamos un coche para conocer otras playas de la Isla, buscando en internet, elegimos algunas de las más recomendadas, entre ellas, playa de Formentor, Playa Mesquida, Es Trenc, Cala Ratjada y alguna más.

El martes por la mañana, fuimos a Formentor, al noroeste de la isla. A nosotros nos pillaba cerca, pero la última parte del trayecto había que recorrer unos kilómetros por las montañas de la sierra de Tramontana. Hay poco sitio para aparcar, algunos valientes dejaban el coche entre el arcén y los pinos y encinas que llegan casi a pie de playa. Nosotros optamos por dejarlo en el parking. Tampoco había mucha opción. Nos costo 9 euros, un poco caro, por lo visto lo habían puesto justo este año. Dentro de la misma playa se encuentra un hotel de la cadena Barceló, un 5 estrellas superior. Para quien se lo pueda permitir tiene que ser una gozada, aunque está demasiado aislado de todo lo demás. También había algunas residencias a pie de playa, una gozada que a día de hoy ya no se consentiría por la ley de costas. 

 

En Playa de Muro, donde nosotros estábamos, hay un embarcadero, donde todos los días organizan varias excursiones para ir en Ferry a playa Formentor, y también van haciendo paradas en alguna que otra cala. También puedes hacer snorkel y coger una piragua. Como veis las playas son maravillosas, nada que envidiar a otras muchas de países caribeños o del Océano Índico por ejemplo, en definitiva, cada una tiene su encanto por uno y otro motivo. También tiene que ser una gozada poder alquilar un barco, o mejor aún, tener un amigo que tenga barco y sea de allí, para que te enseñe de arriba abajo la isla. Hay algunas playas que tienen difícil acceso en coche o tienes que caminar bastante, lugares privilegiados y accesibles solo para unos cuantos.

Por la tarde cogimos el coche y nos fuimos hacía otra zona, playa Mesquida. Lo bueno de la Isla son las distancias, que a los de la península no se nos hacen largas. Lo malo, que al ser la mayoría nacionales, y algunas de ellas con bastantes curvas, los adelantamientos se hacen un poco difíciles.

En esta playa pudimos aparcar sin problema, en un camino poco asfaltado, pero no sufríamos demasiado, no era nuestro coche y lo llevábamos contratado a todo riesgo. Tiene un paseo bonito y un acantilado precioso, pero cuando llegamos a la orilla, había bastante oleaje y la marea había arrastrado bastantes algas, no pudimos bañarnos.

Las fotos no muestran lo mejor de la playa, pero ya digo, el tiempo no acompañaba.

Al día siguiente, fuimos a la mejor playa en la que yo he estado en toda mi vida, Cala de Es Trenc:

El agua estaba totalmente calmada, sin una pizca de aire, apenas había gente, lo único que veías eran los barcos y la gente caminar por la orilla, toda una maravilla. Se encuentra al sur de la isla, hay zona azul para aparcar, recordar llevar monedas ya que los parquímetros no aceptan tarjetas, creo recordar que eran 5 euros, y te vale para todo el día. Un fallo que tuvimos fue no llevarnos algo de comer, había un pequeño chiringuito, pero con unos precios un poco caros y como queríamos ir por la tarde a conocer Palma, no estuvimos mucho rato. Comimos por el camino, en el pueblo de Petra, en un restaurante del centro, donde nos prepararon un calamar riquísimo.

Ya por la tarde, después de descansar un poco, pusimos rumbo hacía Palma de Mallorca. Aparcamos en un parking del centro, y nos fuimos a ver el casco histórico, la catedral y el puerto. El centro no es muy grande, no nos llevó mucho tiempo recorrerlo, desde luego que no lo vimos al detalle, pero dimos un buen paseo. Todas las terrazas y bares estaban abarrotados, daba  gusto ver el ambiente que allí había. El clima era muy bueno, no se sentía mucho la humedad y corría una ligera brisa. La gente iba bastante arreglada, a pesar de ser una zona de costa y con mucho turista, una ciudad muy agradable para caminar. Pongo unas fotos de nuestro recorrido, y también claro, de la catedral, la cual ya no nos dio tiempo a visitar.

Para rematar la noche, nos acercamos a Magaluf, más que nada por la curiosidad de todo lo que se oye en las noticias. A mí como era de esperar, no me gusto. Está bien para una excursión de fin de curso, pero no para otra cosa. Allí no vimos a ningún Español, ni tan siquiera en los bares entendían el español. Todos los que estaban allí, rondaban los 20 años, o incluso menos. Toda la marcha se concentraba en una calle principal, llega de pubs, alguna discotecas y puticlubs. La gente iba demasiado desfasada. Dicen que las playas están fenomenal, pero por la noche apenas se veía nada, había algún barco donde se celebran fiestas que podías ver desde el paseo marítimo. Preguntamos para entrar en una discoteca, pero eran 40 euros barra libre toda la noche, yo como conducía y no iba a beber, decidimos irnos, era más que nada por ver el ambiente. Yo me sentí totalmente fuera de lugar, era la abuela de todos los que allí estaban.

Al día siguiente, descansamos por la mañana, y después de comer cogimos el coche y nos fuimos hacía otro pueblo, a Cala Ratjada. No era de los mejores sitios de playa, pero había bastante ambiente, muchos sitios para comer, gente más joven y buen ambiente. 

Ya los dos últimos días, nos quedamos en playa de Muro, donde teníamos el hotel. Me supieron a gloria estas vacaciones, total relax y tiempo para no pensar, lo que necesitaba. 

Así que ya sabéis, si podéis, y queréis disfrutar de fabulosas playas y de un buen ambiente, acercaros por Mallorca. Yo desde luego tengo que volver, si no es a Mallorca, a alguna otra isla de las Baleares. Quede encantada. 

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